UN VIAJE MUY INESPERADO

El pasado mes de agosto, en un momento determinado y por ciertos "problemas", pensé si sería bueno hacer un viaje, y no se me ocurrió en aquel momento que el destino que al final y por decisión de mi marido tomamos.
Fueron muchos, demasiados los contratiempos que se originaron desde el primer momento, y si no hubiese sido por la causa determinante del mismo, seguro que hubiese desistido de el. El principal mótivo desgraciadamente seguía estando muy latente, y pienso que al final no ha sido muy fructifero el mismo, pero al menos he querido intentarlo.
Nos pusimos en marcha, el día 9 de setiembre a las 10 de la mañana, fueron momentos de mucha inquietud, hacía algo desconocido, muy desconocido, y en circunstancias demasiados adversas.  Gracias a Dios, todo iba discurriendo casí bien, varias llamadas durante el camino, y cuando llegamos a Atocha, estaba nuestros buenos amigos Pilar y Manolo, los que nos tuvieron que localizar, porque como grandes "catetos", nos perdimos en la estación. Una vez que nos encontramos, nos dieron una vuelta por Madrid, para que conocieramos aunque en coche algo de la capital de España.  Nos llevaron a su casa, y nos pusieron una deliciosa comida, llena del cariño que esta pareja siempre tienen con todos.

Despues dandonos otro pequeño paseo de nuevo por la ciudad,, nos llevaron a la Estación de donde saldría el autobus hacia Piedrahíta, en la provincia de Ávila, lugar de nuestro destino, donde nos estuvieron acompañando en el anden de la estación, hasta que el mismo partió, pero el resto, va a ser en una continuación de este relato de mi viaje, desde aquí, quiero en estos momentos, a tantos amigos, como en aquellos momentos se interesaron por el curso del viaje, ya que sabiendo en las circunstancias que lo haciamos, estaban  preocupados.