En estos días, en que se han empezado a celebrar, aunque oficialmente será desde mañana día 8 de enero, con la apertura del Año Jubilar, los actos conmemorativos del IV CENTENARIO de su hechura, quiero traer la historia de como se consiguió este hermoso CRUCIFICADO.
Fué encargado por Gaspar Pérez de Torquemada, al imáginero Francisco de Ocampo, para presidir la Capilla donde se encontraba el enterramiento de su familia, casualmente, donde caso de no estar cerrada como ya todos sabemos desgraciadamente, estaba úbicado en la Capilla de la Hermandad de la Exaltación en la Iglesia de Santa Catalina.
Durante unos siglos se pensó que era de Montañés, debido a la semejanza con el Cristo de la Clemencia que se encuentra en la Sala de los Calices de la Catedral. Fue en una de las restauraciones que se efectuaron sobre la imágen en el pasado siglo, cuando se encontró el documento acreditativo de quien fue su autor.
Ya en la última etapa del siglo XVII, pasó a pertenecer a la antigua Hermandad de los Mulatos, la que sería el precedente de la actual del Calvario, procesionando en aquella época el Miercoles Santo, pasando con posterioridad a la Madruga del Viernes Santo, que como ya sabemos es donde procesiona, la cual fue fundada en la Parroquía de San Ildefonso como Hermandad de la Presentación de Nuestra Señora.
Sevilla, 7 de enero de 2012.
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