A DON MANUEL BRAVO

Hace años que te conocí, fue en el 1987, cuando recogistes la solicitud de mi hijo, para entrar a formar parte del infantil y joven alumnado de la Casa Salesiana de la Trinidad.

Fueron aquellos primeros años, de una gran alegría, creo que disfrutabamos y viviamos el colegio los padres casí tanto como nuestros hijos, sentimos muchos tu ausencia, cuando fuistes destinado a nuevos derroteros.
Fueron años de vivencias, preparando los villancicos en Navidad, con sus correspondientes "disfraces", al igual que con la verbena de la Auxiliadora, donde siempre, eramos las tres mismas parejas, las que teníamos que solicitar,  que bajaseis alguno de la Comunidad, casí siempre D, Luis, para que nos abrierais las puertas para irnos a casa, nos encontrabamos tan a gusto, que no teníamos pereza, para dejar el trabajo terminado, para que comenzará con todo dispuesto la verbena de Mª Auxiliadora.

Despues nos encontramos en varias ocasiones, la más dolorosa, cuando acompañastes a nuestra ciudad desde Madrid, a nuestro querido Celestino, al que te unía una gran amistad y más sabiendo para que le acompañabas, fueron unos días tristes y muy amargos, pero el destino que al final nos llega a todos.  Luego en diferentes ocasiones nos hemos encontrado por la calle o en las casas de Triana o de la Trinidad, hasta que un día en un bonito mes de abril, te volvimos a ver en la Capilla de la Estrella, en la boda de una de las sobrinas de Celestino, ya que como bien decia la novia, ya que no estaba su tio, quien mejor, que unos de sus mejores amigos, y junto con el ya tristemente tambien desaparecido obispo de Jerez Rafael Bellido, amigo desde siempre del padre de la novia, concelebrasteis  la Misa,

Esta mañana, nos hemos quedado de piedra, cuando en la oración de los fieles ha pedido D. Luis por ti, no sabía que habia ocurrido, y ya nos ha confirmado en la propia sacristia tu desaparición y de la forma que ha ocurrido, solo te digo, que casualidades de la vida, va a ser un 24, cuando a los pies de Ella, se celebre el Funeral de cuerpo presente, y sabes que no te vamos a olvidar, eres de las personas, que no por no estar presentes en el día a día, la podemos olvidar,  Descansa ya en paz, de tanta lucha como has llevado en esta vida, sobre todo, por esa juventud, por la que tanto os desvivis los SALESIANOS.