Sobre las tres de la tarde de este desgraciado día para la historia de la hermandad, se producía un incendio fortuito en la Capilla, cuando todo estaba preparado para la celebración del anual Quinario. La Virgen del Patrocinio fue pasto de las llamas y el Cristo de la Expiración sufrió graves daños que podemos contemplar en esta instantánea realizada por Eulogio pocas horas después de sofocado el incendio.
Escasas horas habían transcurrido desde el incendio cuando alguien colocó a los pies del Crucificado una fotografía enmarcada de la desaparecida Señorita de Triana.
En esta fotografía realizada por Joaquín Rodríguez Noguera podemos observar los graves daños producidos en las piernas y pies del Cachorro. La madera se encuentra carbonizada y levantada en una gran parte su encarnadura.
Aspecto que presentaba la Capilla tras el incendio. Además de las notables perdidas de la Virgen y numerosos enseres podemos ver los daños producidos en el Templo que, afortunadamente, sólo fueron en los elementos puramente ornamentales, no afectando a su solidez arquitectónica.
Multitud de sevillanos llenaron aquella noche la Capilla del Patrocinio para postrarse a los pies de su Dios herido.
Después de la Santa Misa oficiada por el Rvdo. P. D. Francisco Gil-Delgado, se celebra un piadoso Vía Crucis por las calles próximas del barrio, anunciado por las emisoras de radio, que es encabezado por la Cruz de Guía y presidido por el pequeño Crucificado de la sacristía. Lo dirigen los Rvdos. PP. D. Camilo Olivares, D. Antonio González Abato y D. Julio Segovia, párroco de la feligresía y director espiritual de la Hdad.
Recogemos la portada del diario ABC del martes, 27 de febrero de 1973 en la que se daba cuenta del incendio producido la tarde anterior en nuestra Capilla: "Ayer, sobre las tres y media de la tarde se descubrió un fuego en el altar mayor, que estaba dispuesto para la celebración del quinario. La bellísima imagen de Nuestra Señora del Patrocinio quedó reducida a cenizas."
Pagina interior del diario ABC, donde se decía: "Entre los graves daños causados por el incendio en la capilla del Patrocinio, además de la desaparición de la venerada titular, corona procesional y parte del respiradero del paso de palio, figuran desperfectos en el Cachorro, imágenes de San Isidoro y San Leandro, del siglo XVI, y un ángel atribuido a la Roldana.
El Correo de Andalucía también sacó en portada una fotografía de la Virgen desaparecida. Coincide este diario con ABC en la poca importancia que se le da a los daños producidos en la Imagen del Cristo: "En una de sus piernas fue dañada la escultura del Cachorro".
Primer plano del boceto realizado en barro por Luis Álvarez Duarte, tal y como la vio la Junta de Gobierno en su primera visita al taller. Este modelo fue destruido y arrojado al río Guadalquivir.
Nuestra Señora del Patrocinio en pleno proceso de ejecución. La talla está prácticamente terminada en esta fotografía tomada en el estudio de Luis Álvarez Duarte en la primavera de 1973.
Domingo de Ramos, 15 de Abril de 1973. El Cardenal D. José María Bueno Monreal bendice la nueva Imagen de Nuestra Madre y Señora del Patrocinio.
Viernes Santo inolvidable. En la Capilla del Patrocinio, aparecía la Virgen a los pies del Cristo, en el mismo lugar que ocupaba la anterior cuando sucedió el fuego. A las cinco, hora habitual de salir la cofradía se tuvo un ejercicio piadoso seguido de la Salve, comenzando a continuación los turnos de vela de los hermanos. El templo se vio abarrotado de fieles durante toda la tarde y noche, y pudieron oírse sentidas saetas.
Portada del diario ABC del Viernes Santo, 20 de Abril de 1973. "El Cristo de la Expiración, clavados sus vidriados ojos en el cielo cárdeno, no pasará esta tarde el puente de Triana."
Mientras duraron las obras de rehabilitación del Templo, los cultos fueron trasladados al salón se la Casa Hermandad. Aquí vemos a la Virgen del Patrocinio presidiendo la capilla provisional durante el verano de 1973. Mientras Luis Álvarez Duarte realizaba una nueva encarnadura a la Imagen Dolorosa, fue la Imagen de Gloria quien presidió esta capilla provisional durante el verano de 1973, ubicada en los salones de la Casa Hermandad.
En Septiembre de 1973, Joaquín, Antonio y Raimundo Cruz Solis dan los últimos toques a la imagen del Crucificado. La instantánea fue captada por Serrano y publicada en el diario ABC.
El 13 de diciembre de 1973 se abre de nuevo al culto la Capilla, comenzando el Triduo a Ntra. Sra. del Patrocinio. La Función Principal fue predicada por el Cardenal de Sevilla, D. José María Bueno Monreal, quien a la terminación de la misma pasaría al presbiterio para admirar de cerca la restauración del Cristo.
Mañana del 31 de Marzo de 1974. El Director Espiritual de la Hermandad y Párroco de Nuestra Señora de la O, Don Julio Segovia Marín coloca por vez primera sobre las Sienes de Nuestra Señora la Corona de Oro, muestra del Amor de Sus Hijos.
La pieza fue realizada por el orfebre sevillano Don Fernando Marmolejo Camargo y su traza esta basada en la anterior corona que fue pasto de las llamas en el incendio de 1973.
Otro momento de la ceremonia de la Bendición e Imposición de la Corona de Oro a Nuestra Señora. A los lados del Hermano Mayor vemos al joven escultor Luis Álvarez Duarte y al autor de la corona, Fernando Marmolejo Camargo.
El 6 de Abril de 1975 era bendecido el retablo de Ntra. Madre y Señora del Patrocinio que, procedente de la antigua capilla, había sido restaurado y dorado.
ResponderEliminarComentado por Azahar y jazmín ayer
Sabes lo que hablamos hace pocos días sobre el tema, y parece que hubiese sido ayer, al ver las imágenes de aquel ABC, que se guardó en casa durante decadas, por "muchos mótivos", parece que las haya visto hace solo unos días, desgraciadamente, fue a los trece días cuando mi padre se fue, detrás de Aquella imágen que siempre quiso, como fue la Señorita de Triana, voy a intentar, sino te importa, copiar, y guardar esta entrada como recuerdo de unos tristes días por tantas cosas........, gracias y un enorme beso.
Me ha encantado la entrada, mei enhorabuena a Marta por acercarnosla y a ti por traerla aquí, ua pérdida irremplazable la de la Señorita que tanto se parece la actual.
ResponderEliminarMuchos besos.